Mientras muchas escuelas alrededor del mundo acaban de iniciar el ciclo lectivo, una de ellas, apenas finalizada su edificación y acondicionamiento en una de las áreas más sufridas del Valle del Jordán en Palestina, está siendo desmantelada por el ejército de Israel. Se trata de la escuela Vittorio Arrigoni, ubicada en el poblado de Ras Al Auja en el Valle.
La escuela Vittorio Arrigoni tomó su nombre del activista italiano del Movimiento Internacional solidario (International Solidarity Movement), quien fuera asesinado en Gaza en abril de este año. El edificio escolar fue construido por la comunidad de Ras Al Auja y voluntarios del Jordan Valley Solidarity Campaign (Campaña de Solidaridad con el Valle del Jordán). Se empezó levantando una estructura de arpillera y allí funcionó, en un reducido habitáculo, una carpa escuela. Luego se manufacturaron ladrillos de adobe, se levantaron las primeras paredes y se completí el trabajo con dos estructuras donadas que también fueron recubiertas de adobe. La escuela estaba destinada a niños a partir de los 13 años en una de las áreas de Cisjordania más castigadas por la ocupación ilegal del gobierno israelí. Desde que Israel ha invadido y extendido su colonización desde 1967, la población palestina descendió de 320000 habitantes a 56000, mientras que las 36 colonias ilega From the time that Israel seized control of the area in 1967 until the present, theles y agrícolas de Israelíes se encunetran, el 50% en tierras usurpadas al Valle del Jordán.
Ras Al Auja es una comunidad beduina a 7 km al oesta de la ciudad más populosa Al Auja. Ambas sirven de ejemplo para demostrar la devastación que está ejerciendo Israel de los pueblos palestinos, sobre todo de los beduinos. Hasta que el Valle del Jordán fuera ocupado ilegalmente por Israel, Al Auja fue, durante miles de años, un lugar famoso por su manantial, un oasis. La gente hacía visitas recreativas y turísticas a Ras Al Auja para bañarse, pescar o sentarse bajo los plátanos que solían crecer allí. En 1972, la compañía de agua israelí, Mekerot, que ha monopolizado el servicio de agua en Cisjordania, cavó dos profundos pozos en Al Auja, cortando el fluido de agua que llegaba hasta los poblados. «Estos pozos succionan el total del agua de las napas, el manatial está seco. Toda el área se convirtió en un desierto cruzado por canales secos que apenas se humedecen con las lluvias dos semanas por año.
La familias que viven esta zona han tenido que recurrir a utilizar tractores y remolcar tanques para llevar agua que deben comprar a la compañía israelí. Agua de su propia tierra usurada por Israel a precios irrisorios e inconcebibles producto del ignminioso capricho del estado colonialista. Cada palestino debe limitar la cantidad diaria de agua que necesita para beber, bañarse, cocinar, ir al baño, mientras tanto, los colonos ilegales de Israel, pueden dejar correr el agua a su antojo y de manera gratuita para disfrutar de todo el confort, incluidos jardines, parques, piscinas, utilizando cada colono israelí, 33 veces más agua que cada palestino.
El problema no es sólo para los palestinos, quienes ya sufrieron el destierro al ser echados de sus tierras durante la Nakaba, wen 1948 cuando fueron expulsados de Beer Sheva, sino que el problema se agrava porque su economía se sostiene de la atividad agrícolo ganadera. La tierra está seca y ya no hay productos de la tierra y los animales mueren de sed. Cada palestino solía tener un promedio de 100 cabras que pastoreaban en las colinas de los alrededores de Ras Al Auja y Al Auja y que bebían del manantial. Ahora, las colonias de Yitav, Niran y ‘Omer’s Farm’ han colonizado todas las laderas que rodean a los pueblos palestinos, hay bases militares, zonas militares de entrenamiento de tiro que apuntan especialmente a las comunidades y controles de checkpoints. ‘Omer’s Farm’, en particular, ha perdido la mitad de sus hectáreas de tierras confiscadas por Israel en cinco años. Una sola familia de colonos israelíes se ha adueñado violentamente de esas tierras palestinas y son guardados con cuidado por una base militar israelí establecida en la colina, también sobre tierras usurpadas. Algunos hombre de Al Auja, palestinos, han visto reducidas sus posibilidades de sobrevivir, únicamente trabajando para empleadores isralíes quienes los contratan para trabajos pesados en las tierras que antes le eran propias y les pagan sueldos de hambre. El área no es muy diferente a los campos de concentración donde los nazis ponían a trabajar a los judíos, similar también a los campos de trabajo del apartheid sudafricanos.
En marzo de este año, voluntarios del Jordan Valley Solidarity junto con miembros de las comunidades de Al Auja, iniciaron la construcción de la escuela Vittorio Arrigoni para cubrir las necesidades educativas de 130 familias. En el transcurso de dos semanas, voluntarios cosieron sacos de arpillera y con ello levantaron una tienda donde un grupo de mujeres inició las clases con 30 niños, la mayoría de ellos con edades entre los 5 y los 8 años. Trabajaron los currículos básicos de matemáticas, inglés, árabe, geografía e historia. Antes de que esta escuela fuera levantada, los niños debían caminar 7 km cada mañana hasta la escuela de la ciudad de Al Auja, exponiendo a los niños a los abusos de los colonos israelíes, ya que debían pasar cerca de dos colonias, y es común que los colonos los ataquen, los golpeen o inciten a sus perros a agredir a lastimar a los pequeños. Muchos padres habían incluso desistidos de enviar a sus hijos al colegio.
25 de abril, Luisa Morgantini, vicepresidenta del Parlamento Europeo, Majed Al Fityani, gobernador de Jericho, 50 voluntarios italianos que visitaron ese día el lugar, más miembros de la comunidad, más los voluntarios de la Campaña con el Valle del Jordán, pusieron la piedra fundamental en esta escuela cantando Bella Ciao. y la Internacional Socialista.