Colonización y demolición de hogar beduino, Ayn Al Halwa
El martes 22 de Marzo, colonos de Israel comenzaron una nueva expansión de sus colonias sobre Ayn Al Jaua en el Valle del Jordán, a 20 minutos de la villa de Jiftlek. Esa noche, cientos de colonos del asentamiento ilegal de Malkkiot, rodearon la carpa de una de las familias beduinas gritándoles y burlándose de ellos.
En la mañana del miércoles 23 de Marzo, la familia se encontró con que los colonos habían construido una carpa azul junto a su hogar a escasos veinte metros. A lo largo del día, activistas internacionales permanecieron en el área brindando apoyo a la familia beduina e incluso un grupo de ellos se quedó a dormir en la carpa durante la noche.
Durante la tarde, cuando las vacas de la familia se encontraban pastoreando, los colonos ubicaron sus sillas en medio de la ladera, entre el rebaño y la carpa azul. Un grupo de activistas decidió acompañar el movimiento de los colonos para proteger al niño pastor y a sus animals.
Hacia el atardecer, llegó un jeep militar y e intimó a Nabil, el padre de la familia, a sacar de allí su carpa ya que de lo contrario sería demolida por el ejército al día siguiente.
Por la noche, cuando familia y activistas trataban de dormir, escucharon que los colonos ordenaban a sus perros que atacaran. Los activistas salieron de la carpa, para con su presencia tratar de frenar la situación y mostrar su apoyo a los palestinos
El jueves 24 de marzo, luego de un día de lluvia constante pero de ambiente aparentemente tranquilo, a la caída de la tarde, los colonos comenzaron a instalar nuevos fierros para cercar con una estructura de alambre de púa, el hogar beduino y el corral de las vacas.
Clavaron estos fierros directamente delante de la puerta del hogar y alrededor del corral, pateando todo aquello que se interponía a su paso en una evidente provocación, y alambrando con púa.
Un jeep con soldados llegó para proteger a los colonos y se mostró amenazante con los activistas que registraban lo que ocurría, ignorando al mismo tiempo, la agresión cometida contra la familia e incluso contra activistas que resultaban literalmente alambrados por los colonos ya que estaban sentados en el lugar por donde a los colonos se les ocurría prolongar el perímetro del cerco. Luego llegaron dos vehículos de la policía. Los soldados volvieron a intimar a la familia advirtiéndoles que si no mueven su hogar de ese lugar, sería demolido al día siguiente. La familia cuenta con documentos que prueban que están rentando esa propiedad.
El día 25 de marzo, la familia y los internacionales que la acompañaban fueron desalojados de manera brusca por el ejército. Alrededor de 30 soldados rodearon la vivienda y un grupo más entró a la misma haciendo salir por la fuerza a los empujones y apuntándoles. Los residentes, acompañados de los internacionales, se sentaron al final de la ladera cerca de la ruta. Allí se acercaron más activistas que acompañaron a la familia durante todo el día mientras se veía que los colonos desmantelaban su carpa azul. La desarmaron con calma y transportaron sus pertenencias en un todo terreno, acompañados por los soldados.
En un momento de la tarde los soldados obligaron a los residentes y a los internacionales a cruzar la ruta ya que determinaron que toda la ladera sería zona militar cerrada.
Antes del atardecer, una columna de soldados formó una barrera a la vera de la ladera y la casa beduina de Nabil fue desmantelada, prohibiéndose a la familia acceder a rescatar sus pertenencias hasta el día siguiente.
Nabil, su familia y los internacionales, intentaron construir una nueva tienda junto a la comunidad de Ayn Al Jaua, pero cuando habían montado algunos parantes y estaban ubicando la lona, un jeep del ejército volvió a intimarlos con que tampoco podían construir ahí su casa.
Hoy, sábado 26 de marzo, Nabil con su familia y la ayuda de activistas internacionales, subieron a la casa desmantelada a recuperar los enseres y pertenencias y se movilizaron hacia un área a pocos kilómetros del lugar donde montaron una nueva tienda. El ejército volvió a aparecer ahí y a decir que ahí tampoco pueden vivir, dándole a Nabil hasta el día de mañana para volver a desarmar su casa.