Nací aquí, esta es mi tierra; si he de morir, quiero morirme aquí
Durante la noche del 8 de marzo, las Fuerzas de Ocupación Israelí, destruyeron tierras agrícolas en la villa de Al Farisiya. Mientras en el mundo entero se celebraba el día Internacional de la Mujer, las madres de Al Farisiya amanecían con la incertidumbre de ver el sustento de su economía, arrasado.
Este no fue un incidente aislado. En las últimas semanas, soldados israelíes han estado entrenando con tanques y vehículos blindados en el norte del Valle del Jordán.
Abdullah, de 65 años, contó que: “A las 10 de la noche, los soldados se introdujeron en sus tierras con vehículos militares pesados y comenzaron a hacer maniobras sobre sus cultivos». Cuando les preguntó qué estaban haciendo y les pidió que pararan de romper las plantas, los soldados le ordenaron traer su identificación y luego le sugirieron que se fuera del Valle, a vivir a Tubas.»
Abdullah manifestó, «esta tierra es mía, hace muchos años que estoy en este lugar, ustedes pueden ver que los árboles detrás de la casa ya son viejos y yo mismo los planté. Tengo 65 años, nací aquí, no quiero irme a vivir a Tubas. Nací aquí y si he de morir, quiero morir aquí.”
Los soldados reiteraron su amenaza, diciéndole incluso que de permanecer en esas tierras, podrían matarlo. Abdullah insistió en preguntarles por qué, y les dijo que por nada del mundo abandonará sus tierras. «Si abandono mi tierra, mi vida ya no tendrá razón de ser.»
Como corolario, los soldados destruyeron otro pedazo del campo, conduciendo con los vehículos pesados sobre los cultivos.
Acerca de Al Farisiya
La mayoría de las familias de Al Farisiya se sustentan con la crianza de animales. Algunos granjeros del lugar cultivan también algunos vegetales y palmera para consumo propio y venta de las cosechas. Durante muchos años tuvieron el beneficio del manantial de Assek en Al Malih. A partir de 2008 las Autoridades de la Ocupación Israelí les prohibieron irrigar sus tierras desde este manantial, a pesar de que el manantial atraviesa sus tierras y aunque los pobladores poseen documentos de que han vivido y utilizado el agua natural del lugar desde hace generaciones. La Autoridad de la Ocupación Israelí ha emitido órdenes de demolición para todas las construcciones de Al Farisiya.